Puro teatro

. martes, 21 de octubre de 2008

Hace unos días estaba debatiéndome entre las dudas y mostraba mi clara preferencia por el teatro clásico.

Ahora ya he visto algo, no ha sido la luz ni una revelación, he visto algo.

Urtain, además de un popular boxeador de la década de los 70, es teatro de verdad. Hace ya un mes que Rubén publicaba en su blog un artículo sobre la obra que el grupo Animalario está representando en el teatro Valle-Inclán, en Madrid. No quise leer por completo sus palabras pero sí me estimuló el hecho de que se fijase en dicho espectáculo. Ahora es el momento de recomendar su análisis.

Llevo varios años acudiendo a los diferentes teatros de la capital con la esperanza de salir satisfecho, pero para ello me he tenido que tragar bodrios de todo tipo, incluso algún que otro éxito del que he salido realmente violento y pensando que no me gustaba el teatro de los cojones. Pero por fin un espectáculo me ha reconfortado.

El teatro es un género en decadencia, quizás debido al cine y la televisión, pero no deja de ser una diversión pública (como diría Jovellanos) con su propio lenguaje. Parece que la mayor parte de lo que se nos ofrece tiene una función meramente comercial, y sus responsables han olvidado que se trata de teatro. Por otro lado están los que transgreden tanto y son tan exclusivos que sólo ellos son capaces de emocionarse con lo que hacen y que suelen provocar… aburrimiento.

Por fin podemos ver en escena a unos actores de verdad que interpretan personajes de verdad, un espectáculo que no hace aguas y que sabe utilizar los diferentes ingredientes de los que dispone.

Así que como no soy crítico, sino un simple mortal, sólo quería celebrar mi reencuentro con el género dramático y aprovechar este patio para decirles que vayan al teatro y vean Urtain, una gran obra.

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