Al cocido

. domingo, 20 de abril de 2008

Pareces inventado para unir
las Españas:
de primero la sopa
que también puede ser
la última,
fideos
y un caldo caliente y compuesto:
huesos, carnes, tocinos,
legumbres y verduras
en la olla se encuentran
y se casan en terrenal armonía.
Qué maravilla de alquimia,
hermano del cuscús,
primo del sukiyaky,
presidente de la república de todos los guisos.
El gallego, el maragato
o el madrileño,
el mío lo aprendí de mi madre,
único y apátrida,
casi ácrata:
no puede ser malo
con garbanzo de Pedrosillo el Ralo.
Cada cual quede con el suyo
que no es menester
convencer a nadie
sino comer bien
hoy
y mañana también.

No soy poeta
(queda claro),
tan solo un comensal agradecido.

1 comentarios:

Virita dijo...

Cuando vengas a Salamanca prepararemos un cocidito y a la vez disfrutaremos de vuestra compañía.
Me ha gustado el relato.

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