Principio de curso II

. jueves, 25 de septiembre de 2008
0 comentarios

Comentaba ayer mis primeras impresiones del centro de trabajo actual. Dejo aquí el reportaje mencionado en la entrada anterior sobre la educación de adultos y localizado en el mismo CEPA Tetuán.



Principio de curso (o un magnífico día para que el fin del mundo no parezca tan malo)

. miércoles, 24 de septiembre de 2008
0 comentarios

Y es que cuando me pongo a titular…

El caso es que me ha tocado la lotería profesoral (o interinil, según se prefiera): todo este curso que ahora empieza lo pasaré trabajando en un centro de educación de adultos.

El CEPA Tetuán es un lugar con un ambiente parecido al de un centro cultural. La primera impresión ha sido totalmente diferente a la de entrar en un instituto de secundaria: ambas son agradables pero incomparables. 19 docentes, entre maestros y profesores, alumnos de todas las edades y unas instalaciones que dan envidia al recién llegado.

Trabajaré con 5º y 6º, que son los niveles superiores y equivalen a tercero y cuarto de secundaria respectivamente (eso me han dicho), y con un grupo en un taller de escritura creativa. Mi horario consistirá en dos mañanas y tres tardes de clases.

En definitiva, vuelvo a ser un novato y eso siempre resulta más agradable que estar comiéndose los mocos en el sofá. Quizá esto último no sea tan malo para ver llegar el final del capitalismo pero, mientras tanto, prefiero observarlo con la tiza en la mano y el garbanzo en la cazuela.

En la sección “Lengua, literatura y enseñanza” dejo un enlace de mi nuevo centro de trabajo (recomiendo el apartado “foro” donde pueden verse unos videos con actividades del centro y un reportaje sobre la educación de adultos).

El horrible día del fin del mundo

. lunes, 22 de septiembre de 2008
2 comentarios

En la primera parte de aquella película de Wim Wenders el fin del mundo se anunciaba como una carretera totalmente atascada de coches.
Estamos obsesionados con la posibilidad de morirnos todos a la vez y no es de ahora. El Harmaguedón actual parece haberse deslocalizado y se sitúa en las diferentes bolsas de los todopoderosos países ricos. Crisis, así se llama el séptimo ángel del apocalipsis.
Leo algunos artículos sobre nuestra particular caída de Babilonia y todo parece devolvernos a un estado en que el control de los mercados sea la nueva Jerusalén del cielo. Quizás Europa deba reinventarse y hacer política de verdad, quizás eso mismo es lo que están haciendo los EEUU con sus intervenciones-nacionalizaciones de las bancas en quiebra, quizás no tengamos ni idea de lo que hay que hacer.
Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001, daba ayer algunas opiniones al respecto en una entrevista publicada por El País:

El programa de la globalización ha estado estrechamente ligado a los fundamentalistas del mercado: la ideología de los mercados libres y de la liberalización financiera. En esta crisis, observamos que las instituciones más basadas en el mercado de la economía más basada en el mercado se vienen abajo y corren a pedir la ayuda del Estado. Todo el mundo dirá ahora que éste es el final del fundamentalismo del mercado. En este sentido, la crisis de Wall Street es para el fundamentalismo del mercado lo que la caída del muro de Berlín fue para el comunismo: le dice al mundo que este modo de organización económica resulta insostenible. Al final, dicen todos, ese modelo no funciona. Este momento es señal de que las declaraciones de liberalización del mercado financiero eran falsas.

Así la situación, y sin entender a fondo las no-reglas del neoliberalismo económico, todo se nos antoja horrible: el mercado tendrá que ser regulado y la sociedad de consumo que ahora conocemos tendrá que cambiar a la fuerza; ya no podremos dedicar nuestros sueldos a gastar y a endeudarnos; Zapatero tendrá que corregir y decirle a los suyos que no consuman y que se dediquen a pensar en nuevos modelos económicos; los consumidores deberemos convertirnos en ciudadanos, con el lío que eso conlleva; …
Todo esto nos dirige a una frase clarividente que nos muestra nuestra amiga Ana (pincha aquí) y que pasamos a reproducir:
“Morir es fácil, lo difícil es encontrar aparcamiento”.
¿Saldremos del atasco? ¿Encontraremos aparcamiento?

Vagar, divagar

. miércoles, 17 de septiembre de 2008
1 comentarios

Nuestro protagonista sale a dar un paseo. La mañana se presenta soleada y sin prisas. Después de mirar algunos libros en la Cuesta de Moyano decide entrar en el Retiro. Apenas hay gente, algunos enamorados, jubilados con las manos a la espalda, una corredora que sube la calle que lleva al ángel caído y turistas descansando de su periplo. Al llegar al estanque observa a las ciclistas: ahora llevan casco, complemento de dudosa estética que demuestra el sentido práctico que predomina hoy en día. Entre tanto silba la melodía de “meglio stasera”, una canción que recuerda haber oído en “La Pantera Rosa”, una película muy divertida en la que la cintura de avispa de Fran Jeffries toma protagonismo en ese número musical que ahora ocupa su mente.




Ahora camina hacia alguna salida para encontrarse con el bullicio de coches y gente. Poco a poco se encuentra inmerso en un jaleo en el que resulta difícil fijar la atención en algo o en alguien. Ruido, algo parecido al loco rock&roll que escupe Celentano en “La dolce vita”.



Piensa en la amargura que destila esa película y en lo moderna que es. Eso mismo le dirige hacia un cuadro de Esther González Conde: “Probablemente la vida sea una mierda”; en él se ven seis o siete caras con sus respectivas risas histriónicas. Así es la sociedad que nos muestra Fellini.

Finalmente llega a casa donde reflexiona acerca de su cinematográfica y musical mañana. Producto de sus divagaciones ha llegado a su destino: “Tener y no tener”, una magnífica película donde se juntaron los talentos de Hemingway, Faulkner, Hawks, y en la que comenzó la relación entre Humphrey Bogart y Lauren Bacall. El personaje de ésta, Flaca, le dice al de Bogart aquello tan famoso de “Ya sabes que no tienes que fingir conmigo, Harry. No tienes que decir nada y no tienes que hacer nada. Nada de nada. Tal vez sólo silbar. ¿Sabes silbar, verdad? Juntas los labios…y soplas”. Nadie le ha dicho nunca algo así a nuestro protagonista que ahora se deja sumergir en el espíritu de esta obra maestra y decide rematar sus divagaciones con el piano y la cara de pillo de Hoagy Carmichael en su “Hong Kong blues”.

Hoagy Carmichael - Hong Kong Blues from dagb on Vimeo.

Y aquí acaba el paseo y la divagación y comienza la receta de los filetes rusos, pero eso es materia de otro post.


Etiquetas

Buscar