Con la cara lavada y recién peiná

. miércoles, 23 de abril de 2008

Como la vida pasa tan deprisa, uno se cansa muy pronto de las cosas (¿o será al revés?), y como he recibido un par de críticas sobre el aspecto del blog (la verdad es que la pinta de antes era muy fea), he decidido cambiarle la cara. Qué difícil ha sido elegir entre el gran catálogo que ofrece Internet, casi como decidirte por un traje de novia. Al fin he encontrado la que más me convencía. Espero que dure mucho porque no pienso perder más el tiempo en estas chorradas, o sí, vete a saber.

La verdad es que esto del blog es algo sumamente divertido y grato. Todos los días se te ocurren cosas para escribir y, como me decía el intenso, te orienta por los recovecos de los pensamientos.

Uno es muchas partes de una vida, fragmentos que, por la razón que sea, se te quedan más o menos en la memoria. Después tienes un aspecto, el que reconoce la gente, pero no es más que eso. Entre tantos cachos de mi existencia que pasaron y que vendrán está “El puente azul”, una experiencia de las más intensas de mi vida pasada. Fue grato hacer aquel curso de radio en el que conocí a Laura y a Roberto Cruz, y cuando me dejaron un espacio en Radio Tentación para hacer lo que yo quisiera. Y fue el copón estar durante casi dos años dedicado en cuerpo y alma, junto a mis inestimables colaboradores (Rubén, Ana, Diego, Dani y Gabriela, y los Tillygüily), a realizar ese programa (y de gratis).

Como diría Raphael, yo soy aquél, así que pensaba colgar algunas ediciones en esta página, pero no sé qué hacer, ya veré.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.
No es por fastidiar, pero a mí me gustaba la otra presentación del patio, o a lo mejor es que me había acostumbrado. Ya sabes que frente al que se cansa rápido de las cosas está el que no se apaña con las novedades. Pero como el tiempo pasa deprisa, pronto lo nuevo será viejo y etc.
Enhorabuena por la oposición del hijo. A ver qué le depara el futuro.

Eloy Garavís dijo...

Hola,
es normal que el cambio no satisfaga a todos, pero creo que al final nos acostumbraremos. Uno trata de agradar al mayor número de gente posible. Muchas gracias por tu amable participación y por el interés por Luisín. Espero que la blancura, quasi de ariel, que ha estrenado el patio no te eche para atrás y sigas viniendo por aquí.
Salud.

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