El escritor

. viernes, 30 de mayo de 2008

Hoy hemos recibido la visita de tres escritores. Las editoriales de literatura juvenil organizan encuentros con autores en los que los estudiantes pueden preguntar y conversar con los responsables de algunas de las lecturas que les ofrecemos a lo largo del curso.

Mucha gente se queja de que los chavales de hoy en día no leen y no entienden lo que leen, pero últimamente empiezo a dudar de esa afirmación (apoyada incluso por el informe PISA –Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE-).

Mi profesor de lengua y literatura durante mis años de instituto, Atilano Lucas, nos enseñaba por medio de textos y de lecturas muy interesantes. También trabajaba de forma muy seria la expresión escrita. En resumidas cuentas, cuando el año pasado llegué al mundo de la enseñanza me apliqué a una metodología práctica, de aprendizaje significativo, hoy mucho más extendida que en aquellos años de estudiante. Pero es cierto que está muy generalizada la idea de que los niños de hoy son menos capaces que los de hace 20 años. No puedo estar más en desacuerdo con esta opinión. Quizás son diferentes a lo que yo recordaba de mi juventud, pero no peores. Creo que el principal problema radica en la falta de comprensión intergeneracional, normal a lo largo de toda la historia de la humanidad. Los jóvenes siempre han sido más tontos en la cabeza de los mayores.

Hoy he vivido una esclarecedora experiencia en un encuentro con Gonzalo Moure, escritor de 56 años y entusiasta. Se ha producido un momento de comunicación entre tres generaciones: la de los alumnos, la de los profesores y la del escritor. Y todo se ha debido a que los niños leyeron una novela que, según ellos, no disfrutaron, pero que se le ha revelado como muy interesante. Y ha sido así gracias a la magistral aparición en sus vidas de un autor que conoce a sus interlocutores.

El escritor ha sido sincero, sin evitar hablar de lo más prosaico y de lo más poético de su profesión. Era periodista, director de una emisora de radio, y a los treinta y muchos decidió usar sus ahorros para cambiar de vida. Tuvo suerte y publicó y, a partir de ahí, se convirtió en un viajero y escritor profesional. Ha ganado premios y no le importa decir “toma el dinero y corre”. Hace lo que quiere y lo hace bien. Y los alumnos de 3º de ESO del IES Federica Montseny se han mostrado como unos lectores capaces e inteligentes, con preguntas que han convertido el encuentro en un momento educativo ejemplar, desentrañando los temas y las formas de la novela y de la vida.


1 comentarios:

María dijo...

Perdona la intromisión, Eloy... Pero justo hoy me he acordado de D. Atilano, mi profe de lengua y literatura en el instituto Fernando de Rojas de Salamanca. ¿Hablamos del mismo profesor?
Un saludo

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