La paz

. viernes, 31 de octubre de 2008


Siempre que escucho o leo esta palabra tiene relación con la muerte. Descanse en paz es el ejemplo más claro: D.E.P., o su precedente latino R.I.P., son abreviaturas que no nos gusta ver a menudo, pero estamos en época de festividades mortuorias. El día dos de noviembre se celebra la conmemoración de los fieles difuntos, fiesta que no incluye a los muertos infieles, ya sean ateos o creyentes de otras religiones, porque no deja de ser una fiesta de la cristiandad. Pero es una fiesta que me gusta, que me resulta cercana y que me hace visitar algún cementerio al menos una vez al año. En el que estamos terminando he tenido que visitar el de Salamanca por razones de fuerza mayor, y el pasado fin de semana tuve la ocasión de ayudar a limpiar la sepultura de mis abuelos en Garcirrey, pequeño pueblo donde reposa (en paz) una buena parte de mi familia paterna y de mi memoria infantil.

Por otro lado, la paz era el nombre de muchas avenidas, calles, plazas, etc. en época de Franco, sí hombre, ese dictador que venció una guerra para darle a España 40 años de paz, y si no que le pregunten a los que tanto despotrican de la nueva ley “de recuperación de la memoria histórica”. La verdad es que no entiendo el revuelo que se ha montado, que sí no hay que reabrir heridas y no sé qué más cosas cuando sólo se trata de recuperar a los muertos enterrados en las cunetas para darles un cacho de tierra donde poder honrar su memoria y de cerrar las susodichas. En fin…

El caso es que “paz”, esa palabra que significa situación y relación mutua de quienes no están en guerra, suele verse reflejada en los espejos de la muerte. Yo, sinceramente, prefiero no estar en paz y verla muy de lejos porque para lo que me va a servir… Y como no voy a misa ni soy creyente, ya me he librado del “podéis ir en paz” de los curas.

Así que, como decían Los Enemigos:

¡Alegría!

Se acabó la paz.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eloy: me ha gustado mucho el post. Transmite buen humor. Ahora bien, reivindico otro concepto de paz, afín al carisma franciscano: aquello de "paz y bien". Sería´(y disculpa el arrebato filológico) algo así como una hendíadis. En fin, un abrazo fuerte.

Víctor

Eloy Garavís dijo...

Querido Víctor, entiendo la hendíadis que utilizas habitualmente como saludo porque además se corresponde con tu dedicación. No dudo del concepto de paz que defiendes, pero sinceramente creo que vivimos en un mundo que difícilmente reconocería la paz y el bien allá donde se encuentren.
Por otro lado, ya sabes que yo me aplico al saludo por antonomasia:
salud.
Me alegra mucho verte por aquí.

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