Silbando espero III

. lunes, 18 de mayo de 2009

Por aquello de la amistad, me vinieron ayer a la cabeza melodías de Los Hondos, grupo de salmantinos del barrio Garrido que daba guerra allá por mediados de los noventa. No está bien que yo lo diga, pero eran muy buenos. Ello se debía, principalmente, a la labor nocturna del por entonces estudiante de Filología Portuguesa Iván Merlo Vega. Pasaron los años e Iván se nos hizo profe de música, y cambió Garrido por lo que le eche la Consejería de Educación de Castilla y León. Pero de vez en cuando (cada fin de semana) le vuelve la vena de la Armuña capitalina y se nos pone a componer canciones. Una de las nuevas es esta rumba medio aflamencada, grabada en Ólvega junto a Ángel (otro profe), en la que, entre paracetamoles, nos muestra los dolores del coração.
Señoras y señores: El acerico.
Nota: esta palabra no la escuchaba desde que murió mi abuela Isabel.
Hala, a bailar.

1 comentarios:

lola dijo...

Eloy tu abuela Isabel ha sido la responsamble de tener que consultar el diccionario para saber que es un acerico. Confieso que no tenia ni idea.
Buen verano lola.

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